Asanas

descripción básica

Las Asanas en el Yoga

Grabado con difrentes asanas

Asana es la postura ritual que adopta el cuerpo durante la práctica del Yoga. Las posturas se idearon para estimular glándulas y órganos, generando a la vez consciencia corporal. Las asanas atraen nuestra atención hacia el presente, hacia el aquí y el ahora, aquietando la mente como paso previo hacia la meditación. Originalmente las asanas se utilizaban como posturas mantenidas de forma prolongada para llegar a esos estados de conciencia.

La palabra "Asana" significa literalmente estar sentado y precisamente la asana que se asocia de forma instintiva con el Yoga es Padmasana o postura del loto. Existen muchas asanas y algunas de ellas con sus respectivas variantes. Según el Gheranda Samhita existen ocho millones cuatrocientas mil asanas (tantas como especies de criaturas vivas en el universo), de todas ellas, ochenta y cuatro son las mejores y entre éstas, treinta y dos se consideran útiles para la gente corriente. A continuación tienes la explicación de algunas de las principales asanas.

Nota: Se recomienda siempre la práctica bajo la guía o supervisión de un profesor de Yoga.

Padmasana - El loto

Postura de Padmasana

A pesar de ser la postura más conocida e instalada en el imaginario colectivo cuando se habla de Yoga, Padmasana es una postura bastante exigente y no aconsejable para principiantes. Su realización requiere una buena flexibilidad.

Preparación: Sentados en el suelo con las piernas estiradas al frente, doblar una pierna colocando el tobillo sobre el muslo contrario lo más cerca de la ingle. Sin forzar la articulación de la rodilla, ir aproximando la pierna al suelo de forma suave explorando el rango de movimiento. Deshacer la postura y hacer lo mismo del otro lado con la pierna contraria. A esta postura se le llama Ardha Padmasana o el medio loto y es una buena preparación para el loto completo.

Ejecución: Ahora que ya hemos movilizado la articulaciones podemos intentar colocar el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho. La espalda debe estar bien ergida, sin curvar las lumbares hacia fuera, las manos descansan en el regazo con las palmas hacia arriba. Mantener poco tiempo al principio y nunca forzar hasta límites donde sintamos dolor.

Vrikasana - El árbol

Postura de Vriksasana

Es una postura de equilibrio sobre un pie que nos impulsa a encontrar la estabilidad a través de la conexión con nuestras raíces en la tierra. A partir de esta base firme que debemos encontrar, nos proyectamos hacia arriba conformando la unión entre el cielo y la tierra.

Preparación: Partimos de pie, los pies casi junto y paralelos. Fijamos la mirada en un punto fijo frente a nosotros que no dejaremos durante toda la postura. Pasamos el peso del cuerpo hacia la pierna izquierda y flexionamos la rodilla derecha rotando la cadera hacia el exterior y apoyando el talón sobre el tobillo izquierdo y manteniendo los dedos del pie derecho en el suelo. Las manos se juntan palma con palma a la altura del pecho. Probamos de ir elevando el pie derecho del suelo.

Ejecución: Si ya tenemos el equilibrio podemos ir elevando el pie hacia el borde interno de la rodilla para posteriormente subir por el borde interno del muslo izquierdo. La pelvis se retrovierte (coxis hacia abajo) y vamos elevando las manos hacia arriba con las palmas juntas. Deshacemos la postura en el orden inverso, primero bajamos los brazos a la altura del pecho y luego el pie derecho baja lentamente hasta apoyarse en el suelo.

Paschimottanasana - La pinza

Postura de Paschimottanasana

Postura de extensión posterior, en sánscrito significa estiramiento de la parte oeste del cuerpo refiriéndose a la parte posterior del cuerpo, ya que los yoguis suelen encarar la práctica cara al sol naciente. Es una postura de entrega, de ofrecimiento que nos lleva a la introspección proporcionando calma mental.

Preparación: Nos sentamos en el suelo con las piernas estiradas al frente, alargamos gemelos y talones hacia delante estirando bien los dedos de los pies. El segundo dedo del pie debe estar alineado con la rodilla. Nos sentamos firmemente sobre los isquiones distribuyendo el peso de forma uniforme entre ellos. Alargamos la columna vertebral desde el coxis hasta la coronilla y es estiramos los brazos a la vertical.

Ejecución: Inspiramos y al espirar vamos bajando lentamente hacia delante con la espalda lo más recta posible flexionando desde las caderas. Una vez el abdomen entra en contacto con las piernas, podemos ir relajando la espalda vertebra a vertebra hasta apoyar la cabeza en las tibias o rodillas. Si al principio no llegamos a tocar con el abdomen las piernas, podemos doblar un poco las rodillas o poner una manta o soporte bajo los isquiones.

Sarvangasana - La vela

Postura de Sarvangasana

Es una postura invertida ya que el corazón se sitúa por encima de la cabeza. El nombre significa "postura de todo el cuerpo" y se la conoce como la reina de las posturas por los múltiples beneficios que aporta; mejora la circulación sanguínea en especial la venosa, descomprime y estimula los órganos abdominales, regula la actividad de tiroides y paratiroides...

Preparación: Tumbados boca arriba, con los brazos estirados a lo largo del cuerpo y las palmas hacia abajo, subimos las piernas a la vertical espirando. Estiramos las cervicales recogiendo el mentón y sentimos las lumbares bien apoyadas en el suelo. Mirando de mantener el ángulo, elevamos la pelvis del suelo de forma que los pies, vayan en dirección al suelo por encima de nuestra cabeza.

Ejecución: Desde esta postura del "arado", doblamos los brazos y colocamos las manos apoyadas en la espalda cerca de los omóplatos, mirando de acercar los codos el máximo posible y vamos elevando las piernas a la vertical. El peso del cuerpo se debe apoyar mayormente sobre los hombros. No se debe mantener mucho tiempo la postura al principio estando especialmente contraindicada a los hipertensos. Para deshacer la postura haremos lo mismo en sentido inverso.

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